Érase una vez un hombre que odiaba desde lo más profundo de las entrañas las fiestas denominadas "navidad", pero ni si quiera como lo hacía el personaje del cuento "Un cuento de Navidad", no no, muuuuuucho más, y que por suerte formaba parte de un grupo bastante nutrido de personas que también lo hacían, por diversos motivos, pero lo que les congregaba era el fervoroso odio hasta la náusea de esas "fiestas" entre otras cosas -y quizá la principal- por la falsedad que todos los "amantes" de esas "fiestas" que hacían aumentar y usar el "amor" hacia los demás porque... son esas "fiestas", y que el resto del año, no "usaban" en absoluto, pues... de lógica es que si no se AMA de verdad durante TODA la Vida, hacerlo durante una época determinada porque una serie de lucecitas y de parafernalias se lo mandan, es del todo FALSO.
El Hombre que odiaba hasta la náusea eso de la "navidá" AMABA todo el tiempo, pero no de forma cándida y bonita, no no, AMABA de una forma tan grande que... estaba fuera de su alcance, porque el AMOR es Rey, no pertenece a Nadie, y es Algo inasible a lo que se Sirve, no de lo que se sirve; el AMOR es Rey, el AMOR es para AMARLO y que Él Deba Hacer lo que tenga que ser menester: AMAR al AMOR que REINA no es cosa de lucecitas, ni de eslóganes, ni de modas, ni de tiempos determinados. Si la humanidad AMARA de Verdad... estaríamos en otro mundo, sería todo distinto y se celebraría, en todo caso, el Verdadero Éxtasis que es poder mirar al Rostro Verde -OSIRIS- y Sentir el Agradecimiento por la mismísima Existencia, en Honor a ese Ser Infinito, Infinitamente Bueno... e Infinitamente Exigente que hace estar en lo más Alto sin cuestionarse nada, pues la Montaña sin fin sólo debe de ser escalada, sin altibajos, sin pausas, sin demoras porque es un "tiempo especial" en donde un ser inexistente nació en no se sabe qué lugar.
El Hombre que odiaba hasta la hez de la náusea la pútrida "festividad" de los humanos sentía que debería de haber un Tiempo en que todo eso se extinguiese, lo mismo que un día de pronto hubo una serie de "jefes" nubenegreros que la inventaron para poder imponer algo FALSO y mezquino, decadente y retrógrado.
El Hombre que AMABA al AMOR que Reina... sentía la contradicción que es seguir adelante y ascendiendo y una caterva de monstruos tirando hacia el averno estúpido de la humanidad, ese ser ambiguo, vacío y hostil que dice "amar" porque se lo dice una fecha determinada.
El Ser que se denominaba "Hombre" -porque de alguna forma tenía que presentarse en el escrito-, escuchaba en un casi etéreo aparato la Música que iba a acompañar una Noche Mágica, esperando, una vez más, que el Eternamente HORUS Naciente, exultase de Gloria y Maravilla en los Corazones de los Amantes que Luchan más allá de sí mismos, poniendo de tal forma todo, que no dejaban nada para el regreso, para la bajada, para la vuelta, porque todo eso NO existe: HORUS NO perdona todo eso.
¡¡Gloria, Exultación y Bendiciones a los Tiuz que AMAN al AMOR que Reina en la Noche de Novisolio!!!
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